jueves, 24 de noviembre de 2011

A qué edad debo llevar a mi hijo al Centro Infantil

En realidad no existe un consenso, con relación a la edad ideal para el ingreso de los niños en un Centro Infantil, porque en muchos casos esto depende directamente de la decisión de los padres. Algunos afirman que a partir de los 18 meses el infante puede adaptarse de mejor manera a un nuevo ambiente y al cuidado de personas extrañas. A continuación se plantean algunas interrogantes que despejarán las dudas que se tengan al respecto.

¿Qué factores se deben considerar para tomar esta decisión?

Antes e incluso ahora se piensa que un niño o niña crece y se desarrolla mejor en compañía de su madre o en su casa. Sin embargo, en la actualidad las exigencias del mundo moderno obligan a la mujer a salir de su casa a trabajar y delegar el cuidado de los hijos a terceras personas o centro infantiles cada vez a más temprana edad.

Los últimos descubrimientos en el campo de las neurociencias afirman que cuanto mayor estimulo de su entorno reciba un niño antes de los tres años mejores conexiones dendríticas realizará su cerebro y desarrollará en él las capacidades y aptitudes necesarias para una exitosa vida escolar y profesional. Es bueno aclarar que nos referimos a esa capacidad tan hermosa de los niños pequeños de admirarse por todo y de estar siempre prestos a descubrir cosas nuevas, no necesariamente que tengan que ver con el mundo de las letras o los números siendo estos conocimientos que se desarrollaran en una etapa posterior a la del Jardín sino más bien de brindarles todas las oportunidades para desarrollar al máximo sus capacidades lingüísticas, motoras, sociales y afectivas.

Considerando todo esto y de acuerdo a las necesidades de cada familia se puede llevar a los pequeños desde los seis meses de edad, siempre y cuando el Centro Infantil cuente con una sala específica para recibir a lactantes, en caso de que se pueda esperar un poco más, una edad ideal es a partir de los 18 meses o cuando el niño ya camine con mayor firmeza.

¿El apoyo de los padres en este proceso es determinante?

Definitivamente, muchas veces la seguridad que el padre o la madre demuestren el momento de dejarlo en el Centro Infantil influirá de manera positiva en el proceso de adaptación del o la menor, ya que ellos perciben muy bien si sus padres se sienten confiados o nerviosos con el lugar y las educadoras, lo que manifiestan al minuto con sus actitudes de llanto o tranquilidad. Por eso es bueno que, antes de llevar al niño o niña al Centro infantil, la madre especialmente, este segura de que quiere pasar a esta nueva etapa con su hijo o hija, de lo contrario es mejor esperar, si no hay mucha urgencia de llevar al o la menor al Jardín.

¿La educación en el hogar marca la diferencia?

Por supuesto, un niño o niña cuyo entorno permanentemente le ha inculcado mucha seguridad en sí mismo, cierta confianza en lo que puede hacer y autonomía acorde a su corta edad no tendrá ninguna dificultad de adaptarse al nuevo lugar viendo el sitio como una nueva aventura de conocer y explorar junto a otros niños de su edad. En cambio aquellos hogares sumamente sobreprotectores, castrantes y autoritarios lo único que hacen es formar niños inseguros y temerosos del cambio, lo cual dificultará mucho su adaptación al Centro y a sus compañeros causándole un gran sufrimiento tanto al niño como a sus padres.

¿Se debe crear expectativa en el niño para despertar su curiosidad por la guardería?

Depende de la edad, si es menor de 18 meses, lo ideal es visitar el Jardín con el bebé días antes de su ingreso simplemente para que se familiarice con las personas y el lugar. Si es mayor a 18 meses, se sugiere hacer también la visita pero esta vez el niño o la niña explora el lugar junto a su madre o padre y también desarrollaran poco a poco su confianza con él. Ahora si es más grandecit@ definitivamente sí, contarle todo lo que va aprender en el jardín, lo bien que la va a pasar con sus nuevos amiguitos y cuanto los padres van a disfrutar viendo sus trabajos. Todo esto genera expectativa en el o la menor que ayudará a que se acostumbre fácilmente al lugar y las personas.

Es bueno tomar en cuenta que tampoco hay que mentir o exagerar las cosas, ya que la frustración puede ser contraproducente.

¿Qué se recomienda a los padres cuando el niño tiene una mala experiencia en sus primeros días de clase y ya no desea volver allá?

Primero indagar qué es lo que realmente paso y tomar una decisión. Si la situación fue grave como un abuso físico o maltrato verbal, por parte de la educadora titular o se llevó un susto mayúsculo es bueno considerar el cambio de Jardín, porque de continuar el niño o niña pueden comenzar a presentar otro tipo de problemas ya sea conductuales o en el aprendizaje que no vale la pena sufrirlos a tan temprana edad. En caso de que no sea grave, puede ser un encuentro con algún compañerito, será importante hablar con la educadora titular, sobre la situación y ver si en un día o dos el problema se supera sin mayor inconveniente. Lo importante es siempre escuchar a nuestros hijos, creerles en primera instancia, indagar y después actuar en consecuencia, nunca tomar las quejas o desánimos a la ligera y menos ridiculizarlos o decirles que son miedosos, tampoco compararlos con los hermanos o compañeros pues cada niño es único y debe ser tratado como tal. Recuerden que la seguridad afectiva es fundamental para un sano desarrollo de la personalidad.

¿Consejos prácticos para los padres?

Visitar uno o dos Centros Infantiles que les atraigan cerca a sus domicilios y no dejarse convencer por la aparente adecuada infraestructura, colores y demasiados distractores o cursos adicionales de inglés o computación que les pueden ofrecer. Averiguar antes que nada el personal y la profesión que tienen las personas que estarían a cargo de sus hijos.

Preguntar por la pedagogía y el programa educativo que ofrecen en el jardín.

Debe fijarse también en las condiciones de seguridad tanto física como de higiene, dónde se cambian a los pequeños, además del lugar destinado para la manipulación de los alimentos.

Cuál es la merienda propuesta y quién supervisa la preparación, ¿es adecuado el lugar? Ver si las salas son cómodas, iluminadas y cuántos niños están en cada grupo y a cargo de cuantas personas adultas. Es importante que una vez definido el centro, ya sea la madre, el padre o alguna familiar de confianza disponga de unos días para acompañar al pequeño durante la etapa de adaptación al Jardín.

Durante la primera semana recoger al menor unos 15 minutos antes de la salida habitual de los niños, esto le generará confianza y seguridad al pequeño o la pequeña.

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